La Santa Misa se ha llevado a cabo con motivo de la celebración de la conmemoración de todos los fieles difuntos.
La Iglesia celebra hoy la conmemoración de todos los fieles difuntos, momento en el que nos acordamos a través de la oración o la Eucaristía de aquellos que partieron hacía el Padre. Por este motivo, y como ya es tradición, el cementerio de la ciudad sede de la Diócesis, ha acogido esta mañana la Santa Misa, presidida por Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez, quien ha estado acompañado de algunos fieles que han querido encomendar en la oración a sus queridos que ya han fallecido.
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En la homilía, el Sr. Obispo de Asidonia-Jerez ha recordado la importancia de la fe, ya que es lo que nos hace ver que no seguimos a un difunto, sino Aquel que venció a la muerte y nos espera a todos en la vida eterna. Por ello, es primordial acordarnos en este día de nuestros fieles difuntos, alimentando nuestra fe y sabiendo que ellos nos esperan junto al Padre. Asimismo, ha mencionado que el vínculo que tenemos junto a los que ya fallecieron, es el amor a Dios, el cual nos hace experimentar su cercanía, acordándonos también de la importancia de la oración en sufragio por aquellos que lo necesitan.
Por otro lado, ha destacado que debemos preparar el camino de la vida, para que cuando nos encontremos con el Señor nos llenemos de su amor y alegría. Es decir, debemos ser vigilantes para que nos preparemos para cuando Él venga por todos nosotros. Asimismo, ha recordado que para prepararnos para este día el Señor nos ha dejado, la Palabra o los Sacramentos, los cuales nos dan forma a nuestro corazón para así llenarnos del amor de Dios.
Por último, el prelado, junto con los feligreses allí presentes han rezado ante la fosa común y las tumbas de sacerdotes que se encuentran enterrados en el cementerio de Jerez de la Frontera. Entre ellos, se encuentra el sacerdote D. Ángel Romero o D. Buenaventura Sánchez. Cabe mencionar, que la visita programada esta tarde a Sanlúcar de Barrameda se suspende debido a los avisos de alerta de viento. Asimismo, si la situación cambia será el capellán el que presida la Eucaristía.
