Comenzando el sábado en la parroquia de Santa Ana con la Eucaristía de campaña de Manos Unidas, Monseñor José Rico Pavés, prosiguió su actividad el domingo con la jornada de San Valentín en la Santa Iglesia Catedral.
Durante este fin de semana, la Diócesis de Asidonia-Jerez ha vivido unas jornadas intensas. En primer lugar, comenzábamos el sábado en la parroquia de Santa Ana, donde Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez, presidía la Eucaristía de inicio de campaña de Manos Unidas. Tras esta celebración, llegábamos al domingo para iniciar la Semana de la Familia y el Matrimonio con la Eucaristía de San Valentín.
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En la homilía de la Eucaristía de Manos Unidas, el Sr. Obispo de Asidonia-Jerez ha recordado la importancia de la Santa Misa, ya que es de aquí donde brota la fuente de la vida cristiana y el culmen. Asimismo, en la Eucaristía nos acercamos a la Palabra de Dios que se proclama viva y es lámpara para nuestros pasos. Por lo tanto el domingo es el día donde Cristo vence al pecado, y por ello nos reunimos ante el Sacramento del Altar, teniendo esta jornada distintas intenciones, como en este caso pues la celebración de la Virgen de Lourdes, la cual nos hace poner la mirada en aquellos que sufren una enfermedad como la soledad que viven tantos mayores.
Por otro lado, mencionando a la misionera que contó su experiencia, ha recordado que es momento de ensanchar nuestro corazón, ya que solo miramos nuestra vida, sin mirar las dificultades de nuestros hermanos que pueden sufrir mucho más que nosotros. Asimismo, mencionando el lema de la campaña de Manos Unidas este año, ha destacado que los cristianos debemos compartir con los demás lo que tenemos, y así podremos acabar con el hambre.
En otro orden de ideas, mencionando las lecturas proclamadas en la liturgia ha subrayado varias ideas. En primer lugar, saber que debemos acercarnos al Señor con confianza, ya que si tenemos fe, Cristo lo puede todo. En segundo lugar, ha destacado la ayuda que podemos poner cada uno, siendo lo que sea, ya que aunque sea poco, cada granito de arena unido a todos los demás es mucho.
Por último, esta Santa Misa finalizó con el testimonio de una misionera llegada desde Malí.
La Delegación de Familia y Defensa de la Vida inicia la Semana de la Familia y el Matrimonio
El primer templo de la Diócesis acogió en la jornada de ayer domingo, la Eucaristía de San Valentín, celebración que sirve de pistoletazo de salida para la Semana de la Familia y Defensa de la Vida. Además de comenzar esta semana tan importante, esta Santa Misa es especial, ya que los matrimonios presentes realizan su renovación de las promesas matrimoniales, teniendo como destacados los matrimonios que celebran 25 o 50 años.
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En la homilía, el Sr. Obispo de Asidonia-Jerez ha recordado las distintas motivaciones que nos mueven en este fin de semana, donde celebramos la campaña de Manos Unidas, la Jornada Mundial del Enfermo y el inicio de la Semana de la Familia y Defensa del Matrimonio. Parándonos en esta última motivación, donde nos acordamos de la vocación del matrimonio, la cual es una vocación misionera, donde poniendo nuestra mirada en la cruz, sabremos que ese amor tan grande que derramó Cristo es el que lo puede todo.
Por otro lado, mencionando las lecturas proclamadas vivas en la liturgia ha destacado varias ideas. En primer lugar, ha subrayado que Cristo viene curar a los que lo necesitan, incluso a los que nadie quiere, y de esta forma librarnos del pecado que nos esclaviza. En segundo lugar, recuerda que debemos acercarnos al Señor con confianza, sabiendo que las situaciones crudas en las familias y matrimonios cambian o pueden ser llevadas con amor gracias a que nos dejamos tocar por Cristo. En tercer lugar, ha mencionado la importancia de evangelizar en cada tarea que realizamos en nuestra vida, y así dar gloria a Dios tanto en momentos buenos y malos.
Por último, cabe destacar, que antes de finalizar la Eucaristía, por parte de la Delegación de Familia y Defensa de la Vida se les hizo entrega a los matrimonios que cumplían 25 o 50 años de un diploma recordatorio del momento tan especial vivido.