Esta mañana la parroquia de San Francisco de Arcos de la Frontera ha acogido la Eucaristía e inauguración del busto del sacerdote diocesano Manuel Rodríguez.

Noticia que ha contado con la labor de nuestra colaboradora Nieves Muñoz Roldán.

Esta mañana, Arcos de la Frontera ha vivido un día especial, ya que recordaba al que fuera primer párroco del templo de San Francisco, quien fallecía hace un año. Por este motivo, Este mismo templo ha acogido una Eucaristía, presidida por Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez, y la inauguración de un busto dedicado a este presbítero nacido en la localidad diocesana de Sanlúcar de Barrameda. Asimismo cabe recordar que el sacerdote Manuel Rodríguez fue nombrado hijo adoptivo de Arcos de la Frontera, además de llevar su nombre una glorieta del municipio.

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En la homilía, el Sr. Obispo de Asidonia-Jerez ha recordado la importancia de vivir el domingo, ya que lo que se nos da en este día es un regalo para poder vivir los demás. Es decir, «sin en el encuentro con el Señor que se nos regala en la Eucaristía dominical, sin la escucha de su Palabra, sin la comunión, sin el manifestar la caridad del estar juntos en torno al Señor, nuestra existencia cristiana desaparece», ha destacado el prelado.

Por otro lado, ha mencionado que la principal tarea del sacerdote es que todos los fieles puedan encontrarse con Cristo, ya que de esta forma todos los que reciban al Padre se llenarán de su amor y podrán ser capaces de compartir éste con los demás. Asimismo, ha destacado varias ideas según las lecturas que la liturgia nos trae, en concreto a través del Evangelio donde tenemos que fijarnos en la fe, ya que esta es misericordiosa y capaz de hacer que nos entreguemos a los demás porque hemos recibido previamente el amor de Dios.

De igual modo, siguiendo con la misma idea, ha subrayado la importancia de tener una fe perseverante, ya que a pesar de las distintas pruebas que recibamos en la vida, ésta debe ser inquebrantable sabiendo que Cristo siempre está con nosotros, acompañándonos en cualquier momento de nuestra vida para hacernos más fuertes.

Por último, recordando al sacerdote Manuel Rodríguez, ha mencionado que la tarea de los presbíteros es de ser capaz de cuando se le acerquen los fieles, estos tengan más deseo del Señor. Es decir, en ellos el Pueblo de Dios que le ha sido encomendado deben encontrar al buen pastor que cuida de sus ovejas. Labor que como ha destacado Mons. Rico Pavés hemos visto en Manuel Rodríguez, por el que oramos por su eterno descanso en su primer aniversario.

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