Conocemos al sacerdote que ofrecerá en la jornada de hoy una coloquio en la parroquia de Santa Ana a las 20hrs. Actividad organizada por el Arciprestazgo Jerez Oeste.
1 – ¿Qué puntos principales vamos a ver en la conferencia del jueves 11 de abril?
Al ser una presentación en diálogo depende de las preguntas que hagan; y dado que todavía no ha tenido lugar, no puedo asegurar cuál es el contenido. En cualquier caso, dado que nos centramos en el libro publicado, supongo que abordaremos las cuestiones principales tratadas en él. Señalo algunas.
En qué consiste la resurrección de Jesús, ya que no se trata de un volver a esta vida, como sucedió con Lázaro o la hija de Jairo, sino un entrar en la gloria del Padre, un ser ensalzado y constituido Señor y juez de todo lo creado. Jesús ha vencido a la muerte y al mal. El vive para siempre.
Las pruebas o señales de que Cristo ha resucitado. Al ser un hecho que tiene una dimensión histórica, ya que afecta a un cadáver enterrado en una tumba, habrá dejado indicios y pruebas de que ha resucitado. Seguramente hablaremos de las principales. De este modo, se hará patente que los discípulos no pudieron inventar este acontecimiento único en la historia.
También podremos abordar la paradoja de que un crucificado, condenado desde la fe judía como un herético por parte del sanedrín, y como un adversario político del emperador por el poder romano, haya llegado a ser identificado como el Redentor y Salvador de todos los hombres.
Como también hablaremos sobre lo que aporta la resurrección de Cristo a todos los que creen en Él.
En el libro se abordan los relatos evangélicos del hallazgo del sepulcro vacío y de las apariciones, imagino que abordaremos también en algún momento estos relatos.
2 – ¿Cómo podemos vivir en profundidad el tiempo de Pascua?
La vida verdadera alcanzada por el resucitado en favor nuestro tiene que ser una experiencia concreta, real en nuestra vida. De otro modo no viviríamos este tiempo pascual. El tiempo pascual es tiempo favorable para ser conscientes del bien que se ha introducido en nuestra vida gracias al seguimiento de Cristo. Nos ayuda a tomar conciencia de este don la liturgia de la Iglesia; siempre es un bien poder participar de la liturgia eucarística. Como también lo es la lectura de los evangelios o de los Hechos de los Apóstoles, que narran cómo el Espíritu de Cristo resucitado dirige y sostiene la misión de la Iglesia que el Señor resucitado le ha encomendado.
3 – ¿Somos conscientes los cristianos de la importancia de escuchar la Palabra de Dios?
Supongo que habrá cristianos que son conscientes y otros no tanto. En cualquier caso, es decisivo leer los evangelios o los escritos sagrados recogidos en el Nuevo Testamento, pues son el testimonio de los apóstoles, de aquellos que vivieron con Jesús durante su ministerio público y le vieron después de resucitar. Su testimonio nos ayuda a conocer quién es Cristo y cómo venció a la muerte una vez para siempre. A través de su testimonio somos introducidos en la verdad del acontecimiento y, por la fe, podemos participar de esta vida nueva que nos conquistó Cristo con su muerte y resurrección.
4 – ¿Cómo podemos vivir las distintas solemnidades o fiestas que nos tocan durante este tiempo?
Ante todo participando de la vida de la Iglesia, de su liturgia y de la compañía de los hermanos de la fe. De este modo, podremos conocer y profundizar en la verdad de estas fiestas. También leer la vida de los hombres y mujeres que han sido cambiados por el encuentro con Cristo resucitado. Ellos, que son como nosotros, nos muestran el camino para poder participar de esta vida nueva que Cristo nos ha conquistado. Es más, con su intercesión, sobre todo la de María, que goza ya de forma plena de esta victoria de Cristo, al igual que nuestra súplica constante a Cristo, Señor del cosmos y de la historia, para que nos conceda la gracia de experimentar de modo concreto la vida nueva y plena que Él tiene.
5 – Mensaje de invitación para que asistan a la conferencia del jueves 11 de abril.
Siempre es un bien tener la ocasión de conocer algo más del fundamento de nuestra fe: la resurrección de Cristo.