Con el lema “Los presos de mi parroquia”, la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Asidonia-Jerez ha congregado recientemente a más de un centenar de personas en la Parroquia de San Juan de Dios (Jerez de la Frontera) para visibilizar la labor de humanización que lleva a cabo la Iglesia Católica en las cárceles de El Puerto de Santa María. Familiares de presos, voluntarios, funcionarios de instituciones penitenciarias, alumnos e investigadores de la UCA del grado de Derecho han asistido a la “XIV Jornada de Voluntariado de Prisiones” en las que ha intervenido como primer ponente el abogado malagueño, Samuel Huesca, quien tras haber cumplido condena en la prisión de Alhaurín de la Torre, dedica su vida a los presos y sus familias. Para ello ha creado una fundación que lleva por nombre: “Módulo Cero”, pues para él “la sociedad es otro módulo” carcelario donde el penado ha de reinsertarse para no volver a prisión. Samuel Huesca ha editado el: “Manual de Preparación para la Vida en Libertad”. Huesca ha destacado la importancia de la Pastoral Penitenciaria en su acompañamiento a los presos que cumplen condenas y a sus familiares. “Yo cuando escucho: es que ahora las condenas se cumplen íntegras…, mi experiencia -dice Huesca- es que las condenas (salvo los indultos) se cumplen hasta el último minuto y cualquier error que haya durante el disfrute de esos beneficios implica que la persona vuelve a la fase de encerramiento total”. Para el abogado malagueño la cárcel es todo y está en la mente de quien ha saldado su deuda con la saciedad. “Es muy difícil borrarse del libro de los malos”, señaló. Samuel Huesca ha creado un manual que prepara a la persona para su vida en libertad. “Una herramienta de trabajo-dijo- que viene a suplir la falta de información por parte de Instituciones Penitenciarias”.
El ex alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, coincidió con Huesca al reconocer que “la cárcel se lleva en la mente una vez fuera de ella”. Para Pacheco “es una vergüenza que tengamos el Código Penal má duro de Europa” a pesar de tener unas estadísticas que demuestran que en nuestro país no se cometen más delitos que en otros países. Y razonó el motivo: “hay un negocio inmobiliaria en la construcción de prisiones”. Recordó la grave situación que atraviesan los enfermos mentales y la necesidad de intervenir política y socialmente en diferentes ámbitos de cara a la prevención del delito. Según Pedro Pacheco, el obstáculo principal para la reinserción es “el populismo que alimenta el miedo en los medios de comunicación para difundir una propaganda de inseguridad ficticia que refuerza a los cuerpos de seguridad”.
Por último también intervino un joven que ha cumplido condena y goza ya de libertad. Acompañado por su familia, expresó su gratitud a la Pastoral Penitenciaria pues con su labor ha podido volver a llevar una vida ordenada.