La riqueza de compartir

Jesús Bazán

9 de febrero de 2025

Las campañas contra el hambre de Manos Unidas llegan en este año a su edición número sesenta y seis. Desde su origen, esta asociación de la Iglesia Católica en España ha trabajado para la ayuda, promoción y desarrollo de los países más desfavorecidos y en vías de desarrollo, combatiendo las tres formas de hambre que dañan al ser humano: el hambre de pan, el hambre de educación y el hambre de Dios. La primera campaña, realizada en 1959por las mujeres de Acción Católica Española, fue larespuesta al Manifiesto de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas que concluía con palabras vigorosas: “Declaremos la guerra al hambre”. Desde entonces, bajo la consigna de unir las manos, esta Asociación pública de fieles de ámbito nacional sigue trabajando para combatir la pobreza y el hambre.

​La campaña de este año asume la llamada economía de Francisco, un movimiento inspirado por el Papa Francisco que busca promover un modelo económico más justo, inclusivo y sostenible, como respuesta a los problemas globales de desigualdad, pobreza y deterioro ambiental. Fundado en la Doctrina Social de la Iglesia, este movimiento toma su nombre de San Francisco de Asís, propuesto como ejemplo de una vida sencilla,caracterizada por la justicia social y el respeto por la naturaleza. La economía de Francisco se resume en doce puntos, que son principios de actuación: economía de paz y no de guerra, que se opone a la carrera de armamentos, que asume el cuidado de la creación y no su explotación, que está al servicio de la persona, de familia y de la vida, donde el cuidado prevalece sobre el descarte y la indiferencia, que no deja atrás a nadie, que tutela el trabajo digno y seguro para todos, donde las finanzas son aliadas del trabajo, que preserva las culturas y tradiciones de los pueblos, que combate toda forma de miseria, que se guía por principios morales abiertos a la trascendencia, una economía, en fin, que busca crear riqueza para todos. 

​A la luz de estos principios, el lema de este año es toda una propuesta de vida: “Compartir es nuestra mayor riqueza”. Para erradicar la pobreza, el hambre y la desigualdad es fundamental entender la prosperidad como un compromiso compartido en que el bienestar individualse descubre intrínsecamente ligado al bienestar de todas las personas. La prosperidad particular carece de significado si a nuestro alrededor existe desigualdad, pobreza y hambre.

​En el marco del Jubileo Ordinario del Año 2025, la campaña 66ª de Manos Unidas aparece como una propuesta concreta para construir esperanza. Al convocar el año jubilar el Papa nos ha recordado que las obras de misericordia son también obras de esperanza. El mismo Jesucristo, que nos llama a dar y a darnos a los más necesitados, nos asegura que le veremos en ellos. Quien siembra esperanza poniendo en práctica las obras de misericordia descubre admirado el Rostro de Cristo, Nuestra esperanza. Mantengamos las manos unidas y, sabiéndonos peregrinos de esperanza, hagamos del compartir nuestra mayor riqueza.

+ José Rico Pavés

Obispo de Asidonia-Jerez

 

Diócesis Asidonia - Jerez