La parroquia de Santo Domingo de Guzmán acogió en la jornada de ayer la festividad de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la localidad diocesana de Bornos.
En la jornada de ayer, la localidad diocesana de Bornos estaba de fiesta. En primer lugar, con motivo de la celebración de su patrona, Nuestra Señora del Rosario. En segundo lugar, debido a esta festividad, Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez quiso vivir este día tan importante con el Pueblo de Dios que peregrina en este municipio diocesano. Este fue el momento perfecto en el que los allí presentes vivieron la Eucaristía presidida por su pastor, poniendo sus peticiones y acción de gracias ante las plantas de la advocación mariana del Rosario.
PINCHA AQUÍ PARA ESCUCHAR LA HOMILÍA – Grabación e imágenes realizadas por nuestro colaborador en Bornos, Luciano Lobo Marchan
En la homilía, el Sr. Obispo de Asidonia-Jerez, ha recordado que iniciamos un mes en el que se nos pide poner especial atención en María, en especial en el rezo del Santo Rosario, de ahí que vivamos la fiesta de esta advocación que es importante en nuestra Diócesis al tener el patronazgo no solo de localidades sino también del Seminario Diocesano. Asimismo, ha destacado la importancia de la oración, en este caso la del Santo Rosario, ya que esto es seguir a Cristo y llegar a Él a través de su Madre.
Por otro lado, ha destacado que estas festividades son la perfecta oportunidad de renovar nuestra vida de fe. Es decir, aunque todos los años vivamos la misma fiesta, debemos tomarlo como novedad, ya que en cada momento el Señor nos quiere decir algo nuevo para nuestra vida. Asimismo, este momento es el perfecto para recordarnos que estamos llamados a la vida eterna, y así teniendo el corazón abierto podremos llenarnos de su amor para inundarnos de la alegría plena.
En otro orden de ideas, mencionado las lecturas que nos trae la liturgia, comenzando con la Primera Lectura, debemos tener presente que esta fiesta nos puede servir para hacer un repaso de nuestra vida de fe, y de esta manera preguntarnos como somos con nuestros hermanos o que situaciones deberíamos haber cambiado. Asimismo, destaca de la Segunda Lectura, la idea de que somos miembros de un cuerpo, es decir, somos una comunidad que pone su mirada en María, por lo tanto debemos cuidar la comunión como Iglesia.
Por último, el prelado a destacado del Evangelio, que debemos dejarnos guiar por el Señor y así al entrar su amor en nuestro corazón, seremos más libres que nunca.