Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez, ha presidido el Triduo Sacro en el primer templo de la Diócesis.
JUEVES SANTO, MISA CENA DEL SEÑOR
PINCHA AQUÍ PARA VER LA CELEBRACIÓN COMPLETA
El Jueves Santo la Santa Iglesia Catedral acogía el inicio del Triduo Santo con la celebración de la Cena del Señor, la cual estuvo presidida por Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez. Tras las distintas celebraciones litúrgicas propias de la Semana Santa como la Misa con bendición de ramos y palmas y la Misa Crismal, todo el Pueblo de Dios que peregrina en la Iglesia Asidonense estaba invitada a participar junto a nuestro pastor de la celebración en la que recordamos la Última Cena del Señor.
En la homilía, el Sr. Obispo de Asidonia-Jerez ha recordado la importancia de lo que celebramos con este comienzo de la Pascua, donde Cristo lleva el amor hasta el extremo, y cuya misión nuestra en las distintas celebraciones es estar atentos al Espíritu Santo, tomando de ejemplo a María la cual es dócil a la voluntad del Señor. Asimismo, ha destacado que en este día le pedimos al Señor «alcanzar plenitud de caridad y de vida para que nuestro amor sea pleno, para que vivamos los días en este mundo como antesala de la vida eterna». Igualmente, es fundamental acompañar a Cristo en este caminar hasta su entrega, y así en cada gesto de la liturgia seamos capaces de adentrarnos en el misterio del encuentro con el Señor para llenarnos de su amor.
Por otro lado, ha subrayado tres palabras que nos regala liturgia en este día. En primer lugar, «la sangre será la señal, será este un día memorable», donde tenemos que captar como el Señor se entrega por nosotros por amor infinito, haciendo que seamos capaces de llevar a cabo tareas por amor que sin el Señor no haríamos, ya que Él sana nuestras heridas. En segundo lugar, destaca la palabra Eucaristía, ya que participar en ella es hacernos partícipes de su entrega por amor y así experimentar como entra a nuestro corazón, siendo fuente y cumbre de nuestra vida de fe. Y en tercer lugar, ha mencionado la idea clara de que el Señor nos regala antes lo que luego necesitaremos en nuestra vida, y así tener como pilar el amarnos cada uno de nosotros como Él nos amó.
Por último, se vivió, como es propio de esta celebración litúrgica, la reserva de la Eucaristía en la Capilla del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral, donde los fieles presentes pudieron orar ante el Señor. PINCHA AQUÍ PARA VER EL MOMENTO DE LA RESERVA DE LA EUCARISTÍA
VIERNES SANTO, CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
PINCHA AQUÍ PARA VER LA CELEBRACIÓN COMPLETA
Tras el primer día del Triduo Sacro con la Misa de la Cena del Señor, llegaba el segundo día con la celebración de la Pasión, presidida por Monseñor José Rico Pavés, en la que el símbolo de la cruz y su adoración era la protagonista.
En la homilía, el Sr. Obispo de Asidonia-Jerez ha recordado que en la cruz esta la luz de la salvación, y por ello para llegar a esa salvación es fundamental recibir a María primero como madre, entrando así en el misterio del costado traspasado de Cristo para experimentar su amor infinito. Asimismo, ha mencionado la idea de que los anhelos y heridas de nuestro corazón encuentran solo respuesta en el corazón traspasado de Cristo.
Por otro lado, destacando la liturgia de esta celebración, debemos fijarnos en los distintos gestos que la Iglesia nos invita a vivir. En primer lugar, la escucha, ya que a través de la Palabra de Dios y el silencio podremos oír la voz de Cristo que es lámpara para nuestros pasos. En segundo lugar, ha destacado la adoración de la cruz, momento que nos recuerda a no avergonzarnos de nuestra cruz, la cual llevaremos con la ayuda del Señor, siendo así capaces de estar también con aquellos que no quiere llevarla. Y en tercer lugar, vivir la comunión que Él nos regala, ya que así con la Eucaristía participaremos con Él de su entregar de amor infinito.
SÁBADO SANTO, VIGILIA PASCUAL
PINCHA AQUÍ PARA VER LA CELEBRACIÓN COMPLETA
PINCHA AQUÍ PARA VER EL INICIO DE LA VIGILIA PASCUAL
Tras la Pasión del Señor vivimos en el primer templo de la Diócesis la Vigilia Pascual, la celebración de la Resurrección de Cristo. Comenzábamos en la entrada a la Santa Iglesia Catedral, para una vez encendido el Cirio Pascual, todos los presentes junto al Sr. Obispo de Asidonia-Jerez, Monseñor José Rico Pavés, que presidía la Vigilia, entraban en el templo madre de la Diócesis para seguir con la liturgia propia de la Vigilia Pascual. Asimismo, esta celebración ha estado marcada por la gran alegría, como ha mencionado en la predicación Mons. Rico Pavés, de poder acoger en el primer templo de la Diócesis el momento donde 12 personas han recibido los distintos Sacramentos de la Iniciación Cristiana.
PINCHA AQUÍ PARA VER EL MOMENTO DEL BAUTIZO DE LOS CATECÚMENOS
PINCHA AQUÍ PARA VER EL MOMENTO DONDE SE VISTEN CON TÚNICAS Y RECIBEN LA LUZ
En la homilía, el Sr, Obispo de Asidonia-Jerez ha recordado la importancia de lo que hemos vivido estos tres días en el Triduo Santo, destacando la palabra Pascua, que significa paso. Asimismo, ha subrayado como la luz de la Pascua es capaz de hacernos comprender aquello que supera la razón humana, luz con la que comenzamos la Vigilia Pascual y que nos introduce en el misterio del amor de Cristo que ensancha nuestro corazón y lo llena de plenitud. Igualmente, mencionando la luz, ha destacado a los catecúmenos, los cuales se han dejado acompañar por la Iglesia y así entran en el misterio de la presencia de Cristo que es capaz de sacarlos de la oscuridad.
Por otro lado, ha destacado las ideas que nos propone la Iglesia en esta Vigilia. En primer lugar, la luz de Cristo, la cual ordena nuestra vida al guiarnos por ella y así ser luz para nuestros contemporáneos. En segundo lugar, la Palabra de Dios, donde nos damos cuenta que somos partícipes de lo que nos dice el Antiguo y Nuevo Testamento, dándonos cuenta que sin la escucha no seremos capaces de seguir la voluntad del Señor y contemplar su rostro. En tercer lugar, el Bautismo, que ha recibido los catecúmenos y que renuevan los ya bautizados, teniendo siempre presente nuestro origen que nos hará darnos cuenta de nuestra misión en la Iglesia, y así maduramos en cada paso en nuestra fe.
Por último, ha destacado la importancia de que los que han recibido los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, se dejen llevar por la Iglesia con sus padrinos y así encontrar su sitio en ella para servir a Cristo en la misión a la que estén llamados. Asimismo, ha subrayado que los dones que Cristo les ha regalado es para darse, ya que estamos hechos para servir a los demás entregando el amor que el Señor nos ha regalado, es decir evangelizar. Igualmente, ha destacado la Eucaristía, pilar fundamental de nuestra vida cristiana, ya que sin la Misa nuestra vida de fe se desmorona.