CÁRITAS DENUNCIA QUE LAS PERSONAS SIN HOGAR SE ENCUENTRAN “SIN SALIDA” ANTE UN SISTEMA QUE NO FUNCIONA
29 octubre, 2021
Un año más lanzamos la campaña de Personas Sin Hogar y en esta ocasión con el lema “¿Sin salida? Perdidos en un sistema de protección social que no protege”. En la Diócesis de Asidonia-Jerez, la entidad acompañó durante el pasado año 2020 a 224 personas sin hogar y sin techo con una inversión de más de 128.000euros.
Con motivo de lacelebración del Día de las Personas Sin Hogar, que este año tiene lugar el 31 de octubre, denunciamos las dificultades continuadas y permanentes que las personas sin techo y sin hogar afrontan para acceder a los derechos fundamentales y que se han agravado aún más durante la pandemia.
En esta edición, bajo el lema “¿Sin salida? Perdidos en un sistema de protección social que no protege”ponemos el foco en el laberinto al que se enfrentan laspersonas sin hogar, perdidas en un sistema de protección social que no funciona. Se trata de una realidad que afecta a aproximadamente 40.000 personas en situación de sinhogarismo, acompañadas por Cáritas a nivel nacional, y a 2.500.000 personas en extrema vulnerabilidad que existen hoy en nuestro país como consecuencia de los efectos de la crisis.
Asimismo, la Covid-19 ha supuesto el agravamiento de situaciones de miles de personas que se encontraban en una vivienda insegura o inadecuada, o que incluso estaban ya en situaciones de exclusión y que, con el impacto añadido de la pandemia, se han visto expulsadas de sus viviendas o de los alojamientos precarios en los que se encontraban.
Estas realidades de vulnerabilidad y deterioro de miles de personas y familias, confirman que el actual sistema de protección social ha fallado y ha fragilizado aún más la ya de por sí debilitada situación de los más vulnerables. De hecho, como consecuencia directa de las medidas de confinamiento y de mantenimiento de las medidas de protección sanitaria, se produjo la reducción o cancelación automática de las intervenciones sociales y sanitarias presenciales. Todo el sistema de protección social, ya fragilizado de por sí, se vio muy resentido y muchas personas con situaciones vitales muy complicadas no tuvieron otro remedio que paralizar o posponer procesos de acompañamiento personal, o de acceso a recursos y prestaciones sociales.
A nivel Diocesano
En la Diócesis de Asidonia-Jerez, Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez acompañó durante el pasado año a 224 personas en situación de sin hogar y sin techo.
Concretamente, a través del recurso del Centro de Día “El Salvador” se llevó a cabo un acompañamiento integral y continuado a 39 personas. En cuanto al perfil de los participantes, se observa que en su mayoría es hombre (92%), con edad de 18 a 25 años(30%) nacional (56%), soltero (74%), sin domicilio fijo durante más de 5 años (38%) y con estudios primarios (82%).
Actualmente, además de este recurso diurno para personas en situación de sinhogarismo, Cáritas Diocesana ofrece un alojamiento digno a las personas participantes, ya que cuenta con 3 viviendas de autonomía, entendiendo que una persona puede iniciar un proceso de desarrollo personal, si tiene cubierta esta necesidad básica primaria.
En cuanto a los datos económicos, Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez invirtió en 2019 un total de 128.555 euros en el acompañamiento de este colectivo, un 67% más que el pasado año, lo que pone de relieve la importante apuesta de la entidad por uno de los colectivos más vulnerables de la sociedad actual.
Propuestas para un sistema de protección social adecuado y accesible
Desde la Campaña de Personas Sin Hogar se urge,tras el grave impacto de la Covid-19, al fortalecimiento de las políticas públicas, poniendo su foco en las personas más vulnerables, que muchas veces son invisibles o ni siquiera están en el sistema, a fin de facilitar el acceso y ejercicio real del derecho a la protección social, que en muchas ocasiones no se garantiza, o es muy deficiente y limitado.
Consideramos necesario facilitar el acceso al derecho a la protección social en los procesos administrativos, en los plazos, en la flexibilidad o en los espacios, así como garantizar el ejercicio del derecho a la protección social, a través del desarrollo y adaptación de sistemas de prevención, protección y seguimiento desde los servicios sociales y con herramientas como el acompañamiento social. Asimismo, es de vital importancia garantizar el acceso y disfrute del derecho a la justicia en los casos de vulneración de sus derechos.
De este modo, apostamos por un un sistema de protección social que desarrolle medidas de carácter preventivo, y no meramente asistenciales y que no se limite a facilitar el acceso a prestaciones económicas, sino ser una verdadera herramienta de cambio y mejora de la vida de las personas, incluyendo medidas de acompañamiento social a corto, medio y largo plazo. Por supuesto, debe tener en cuenta la participación de las personas vulnerables en el diseño de las políticas públicas que desarrollan sus derechos humanos.
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