Entrevistamos al sacerdote diocesano Ramón de los Santos, párroco de Santa María del Valle con motivo de la visita de Monseñor Rico Pavés para presidir la novena de la Virgen Del Valle, patrona del municipio diocesano.

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Alcalá del Valle, es una localidad diocesana de la zona de la sierra, situada en el extremo nororiental de la provincia de Cádiz, justo colindando ya con la provincia vecina de Málaga. En este municipio se encuentra la parroquia de Santa María Del Valle donde estuvo presente durante muchos años el sacerdote diocesano Pascual Evaristo Fernández. Tras su gran labor en este templo, le tocó seguir el trabajo el trabajo parroquial al sacerdote diocesano Ramón de los Santos.

Tras un año complicado debido a la situación de la pandemia entrevistamos al actual párroco para conocer las distintas realidades eclesiales de esta localidad, en las que esta presente desde hermandades y cofradías a pastoral de enfermos o familia. Asimismo, el presbítero nos cuenta con cariño su toma de posesión en esta localidad donde recibió una acogida y un cariño que «le lleno el corazón para realizar su tarea».

Por otro lado, hablamos de la novena de la advocación mariana de la Virgen del Valle, patrona del municipio, la cual celebra su día grande el próximo 8 de septiembre. Debido a esta festividad, Monseñor José Rico Pavés visitó en la tarde noche de ayer el templo de Santa María del Valle donde presidió la Eucaristía junto a los fieles allí presentes compartiendo ante las plantas de la Virgen la devoción a María. El prelado, además pudo conocer de cerca la viveza y actividad parroquial que nos cuenta el sacerdote Ramón de los Santos.

Asimismo, Ramón nos destaca la pastoral de los enfermos de la parroquia donde siempre siguiendo las correspondientes medidas higiénico-sanitarias, visitan a los más mayores para acompañarlos y ayudarlos en todo lo que necesiten. Labor que como nos cuenta el párroco tuvo que dejar de hacerse con la pandemia.

Parroquia de Santa María del Valle

Dedicada a la patrona de Alcalá, se yergue imponente su fachada y el volumen del edificio. La iglesia se edificó en estilo barroco entre los siglos XVII y XVIII, aunque ha sido objeto de múltiples modificaciones, en especial, en 1883, debido a su mal estado. El interior está dividido en tres naves, separadas por grandes arcadas, que sostienen sendas bóvedas bajas. La fachada, sin torre, y con hastial, tiene un diseño escalonado de reciente interpretación y se remata con una espadaña de dos huecos en línea y un reloj. Entre su patrimonio, destaca una pila bautismal de piedra con relieves fechada en el siglo XVII, procedente del vecino monasterio de Caños Santos. El monasterio, tras su decadencia, surtió de diferentes obras a la iglesia parroquial, como La Tabla del Milagro, relieve policromado barroco que representa el milagro que originó la construcción del santuario de Caños Santos y el Cristo de la Buena Muerte (c. 1600).

Fuente: Diputación de Cádiz.