EL PAPA CONVOCA EL AÑO DE SAN JOSÉ
9 diciembre, 2020
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El Santo Padre anunció en la jornada de ayer en la carta apostólica Patris corde el año dedicado a San José, en su 150 aniversario como Patrono de la Iglesia Universal.
El Papa Francisco ha anunciado la celebración de un año dedicado a San José. Con la Carta apostólica Patris corde (Con corazón de padre), el Pontífice recuerda el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal y, con motivo de esta ocasión, a partir de hoy y hasta el 8 de diciembre de 2021 se celebrará un año dedicado especialmente a él.
San José fue proclamado patrón de la Iglesia católica universal por el Papa Pío IX mediante el decreto Quemadmodum Deus, del 8 de diciembre de 1870. Hoy se cumplen exactamente 150 años y el Papa Francisco ha querido acercarse a la figura del padre putativo de Jesús, a quien describe en su carta como un padre en la ternura, en la obediencia y en la acogida, y un trabajador siempre en la sombra.
En el trasfondo de la Carta apostólica, está la pandemia de Covid-19 que, según el Papa, “nos ha hecho comprender la importancia de la gente común, de aquellos que, lejos del protagonismo, ejercen la paciencia e infunden esperanza cada día, sembrando la corresponsabilidad”. Como San José, “el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta”. Y sin embargo, el suyo es “un protagonismo sin igual en la historia de la salvación”.
Con su carta apostólica sobre el esposo de la Virgen, Francisco enriquece la figura de un santo cuya fiesta litúrgica fue proclamada el 19 de marzo por el Papa Sixto V a finales del siglo XV. Su proclamación como patrón del mundo obrero el 1 de mayo fue obra de Pío XII en 1955.
Autor: Conferencia Episcopal Española
Indulgencia Plenaria con motivo del año dedicado a San José
“Se concede la indulgencia plenaria a cuantos mediten al menos durante 30 minutos la oración del Padre Nuestro, o participen en un Retiro Espiritual de al menos una jornada donde se realice una meditación sobre San José”.
“Aquellos que sobre el ejemplo de San José realicen una obra de misericordia corporal o espiritual podrán igualmente conseguir el don de la indulgencia plenaria”.
“Para que todas las familias cristianas se sientan estimuladas a recrear el mismo clima de íntima comunión, de amor y de oración que se vivía en la Sagrada Familia, se concede la indulgencia plenaria por el rezo del Santo Rosario en las familias y entre los novios”.
“Podrá conseguir la indulgencia plenaria aquel que confíe cotidianamente sus actividades a la protección de San José y cada fiel que invoque con la oración la intercesión del Artesano de Nazaret para que, quien se encuentre a la búsqueda de empleo, pueda encontrar ocupación y que el trabajo de todos sea digno”.
“Se concede la indulgencia plenaria a los fieles que reciten las Letanías a San José (para la tradición latina), o el Akathistos a San José, entero o al menos una parte (para las tradiciones bizantinas), u otra oración a San José propia de otras tradiciones litúrgicas por la Iglesia perseguida ad intra y ad extra y para el alivio de todos los cristianos que padecen alguna forma de persecución”.
Asimismo, “para reafirmar la universalidad del patrocinio de San José sobre la Iglesia, además de dichos motivos, la Penitenciaría Apostólica concede la indulgencia plenaria a los fieles que reciten cualquier oración legítimamente aprobada o acto de piedad en honor de San José”.
“Por ejemplo, ‘A ti, oh, San José’, especialmente desde el 19 de marzo hasta el 1 de mayo, en la Fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, en el Domingo de San José (según la tradición bizantina), el 19 de cada mes y cada miércoles, día dedicado a la memoria del Santo según la tradición latina”.
El Decreto finaliza especificando que “en el actual contexto de emergencia sanitaria, el don de la indulgencia plenaria se extiende de forma particular a los ancianos, a los enfermos, a los agonizantes, y a todos aquellos que por motivos legítimos se encuentran imposibilitados a salir de casa, a los cuales, con el alma libre de todo pecado y con la intención de cumplir, en cuanto sea posible, las tres condiciones habituales, en su casa o donde les retiene su enfermedad, reciten un acto de piedad en honor a San José, consuelo de los enfermos y patrono de la buena muerte, ofreciendo con fe a Dios los dolores y sufrimientos de la vida”.
Autor: Aciprensa
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