Monseñor José Rico Pavés : «Unamos nuestros corazones junto al de Cristo, para renovar nuestro deseo de entrega a los demás»
4 noviembre, 2022
Este domingo 6 de noviembre la Iglesia en España celebra el «Día de la Iglesia Diocesana» con el lema «Gracias por tanto».
«Unamos nuestros corazones junto al de Cristo, para renovar nuestro deseo de entrega a los demás», con estas palabras el Sr. Obispo de Asidonia-Jerez, Monseñor José Rico Pavés nos invita a participar en la campaña del «Día de la Iglesia Diocesana», tan importante en cada lugar de nuestra Diócesis. Este es el momento perfecto donde mostramos con nuestra oración, cualidades, tiempo o aportación económica que todos siendo cada uno de una realidad distintas somos Iglesia diocesana viva junto a Cristo.
AQUÍ PUEDES VER LA REVISTA «NUESTRA IGLESIA» CON TODOS LOS DATOS ECONÓMICOS Y PASTORALES DE LA DIÓCESIS EN EL EJERCICIO DEL AÑO 2021 – https://www.portantos.es/iglesia-diocesana-2022/diocesis/diocesis-de-jerez-de-la-frontera/
Carta pastoral de Monseñor Rico Pavés publicada en la revista «Nuestra Iglesia»
¡Gracias por tanto, de corazón!
(Carta en el Día de la Iglesia Diocesana 2022)
No hay caridad sin corazón, como no hay gratitud sin caridad. El Día de la Iglesia Diocesana coincide en esta ocasión con el año jubilar que está celebrando la Diócesis de Asidonia-Jerez al cumplirse al centenario de la consagración de la ciudad de Jerez al Sagrado Corazón de Jesús. Con ese motivo, en la última Vigilia de la Inmaculada nos preparamos a ese jubileo consagrando la diócesis al Inmaculado Corazón de María y, al cumplirse el centenario el 19 de febrero, renovamos la consagración de Jerez al Corazón de Jesús y extendimos esa consagración a toda la diócesis. Mediante ese acto público de devoción, vivido con sencillez por toda la familia diocesana, hemos querido gritar a nuestros contemporáneos lo que san Juan de Ávila proclamaba en una celebración del Corpus Christi: “¡Que todos sepan que nuestro Dios es Amor!”.
Creado a imagen y semejanza de Dios, que es Amor, el ser humano ha sido dotado de corazón, como sede de su identidad personal desde la que pone en ejercicio las capacidades que le distinguen entre las demás criaturas. La capacidad de Verdad, Bondad, Belleza y Comunión corresponden a las facultades que nos ennoblecen: entendimiento, voluntad, afectos y libertad. En el corazón, como centro de la persona, residen estas facultades que nos abren a Dios, a nuestros semejantes y al mundo. Y en el amor, como ejercicio unificado de esas facultades, está la suma de una plenitud, que, siendo humana, tiene su principio y fin en la vida divina. Caridad no es amor interesado, sino amor de entrega y donación. En tiempos en que se llama amor a la búsqueda del propio interés o a la desordenada satisfacción de las pasiones, es necesario añadir al grito del santo doctor de la Iglesia la proclamación del Amor verdadero: “¡Que todos sepan que no hay Amor sin entrega!”.
Para que una diócesis sea mucho más que una demarcación territorial y sea de verdad una porción del Pueblo de Diosque camina unida como una familia es necesario unir los corazones de sus miembros en el Corazón cuyo amor es divino y humano. Cuando ponemos el Amor de Dios que brota del Corazón de Cristo en el centro de nuestro vida personal y diocesana, descubrimos renovada nuestra capacidad de amar: nos damos a Dios y a nuestro prójimo, caminamos juntos en la Iglesia y transformamos el mundo desde el Evangelio. Evangelizar con corazón requiere oración, pues “el Corazón habla al corazón”; regalar el propio tiempo sabiendo que primero me ha sido regalado; poner al servicio de los demás las propias cualidades, pues sin los demás de nada me servirían; y sentir como propias las necesidades de todos ayudando con mis propios bienes.
A todos los miembros de la familia diocesana que os dais a vosotros mismos y aportáis vuestra oración, tiempo, cualidades y apoyo económico, ¡gracias por tanto, de corazón!
+ José Rico Pavés
Obispo de Asidonia-Jerez
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